Victor Hugo posee una personalidad ermitaña, amante de la lectura, la mitología griega, el café y los viajes. Es un ferviente seguidor de Foucault, de forma especial de sus tres tomos de la historia de la sexualidad, al igual que del reconocido sociólogo francés Pierre Bourdieu. También es un amante del vino tinto y el mezcal oaxaqueño.
A pesar de su incipiente trabajo en pintura y sin pretensiones de incidir en el campo artístico de manera formal, ha producido diversas obras tan sólo como un hobbie. Su incesante labor de investigación acerca de la homosexualidad y su curiosidad artística lo han inspirado a imaginar escenas que giran en torno al placer que surge de la contemplación del cuerpo masculino, sus obras reflejan un homoerotismo contundente, a la vez que contienen una sutil sensualidad que develan el deseo homosexual.
Las pinturas de Victor Hugo son composiciones figurativas, que pocas veces transgreden el naturalismo, puesto que sus obras reflejan el deleite que le produce pintar y dibujar el cuerpo masculino. Su posición como estudioso de la sexualidad lo ha incitato a la irrenunciable convicción de representar el cuerpo, debido al goce que esto le provoca.
Comparto con ustedes algunas imágenes de su trabajo. Si bien Victor Hugo no puede inscribirse aún dentro de los talentos reconocidos en la pintura y el dibujo, debido a la carencia de exposiciones de su trabajo, así como su desinterés actual de participar en alguna muestra, considero que vale la pena dar visibilidad a la sinceridad de sus obras, que tal vez algún día veamos expuestas en alguna galería.
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