Antes de hablarles acerca de esta muestra, tengo que contarles de Hazme el Milagrito para contextualizar el trabajo de La Polari.
Hazme el Milagrito surge como un espacio de promoción para las producciones artísticas diversas. Han llevado a sus muros autores de la talla del neomexicanista Nahum B. Zenil o personalidades históricamente reconocidos como Antonio Salazar, Oscar Sánchez o Sycet (cuyo personaje estuvo metido en la Movida española), hasta artistas emergentes que empiezan a ser reconocidos, tales como Poper, Fershow o Chairez.
Este lugar sale de los paradigmas de la exhibición artística tradicional y surge con la necesidad de difundir el trabajo de artistas que se centran de manera singular en el tema de la sexualidad de todos los colores y sabores. Su origen se remonta a tres personajes que han estado detrás de la escena activista cultural LGBT (y todas las letras del abecedario que se le sumen): Salvador Irys, Fernando Osorno y Salvador Peña, los cabecillas que han generado eventos de todos los tamaños en lo que fue antiguamente la Semana Cultura Lésbica Gay, hoy Festival Internacional por la Diversidad Sexual. Estas tres mosqueteras, que ya han pasado a la historia de las jotas, son quienes actualmente conforman Altarte A.C. y mantienen vivo este espacio que desde su nombre resulta provocador.
Regreso a la selección que hace Franka Polari para el Milagrito. Esta muestra responde a la trayectoria de un personaje creado en 2002, en los festivales de diversidad sexual juvenil organizados por Altarte. Franka es una personalidad provocadora que no puede pasar desapercibida: transgresora, crítica e infernal, posiblemente hija de Medusa, su trabajo responde a los intereses que tiene en las prácticas culturales y sexuales de los jotos, especialmente las desobedientes, lo cual se ve reflejado en la selección de fotografías y pinturas exhibidas en el Milagrito.
Encontramos imágenes como las de Poper, en la cual podemos observar dos chicos bañados en un rosa mexicano al interior de una iglesia católica. Esta imagen en particular genera una serie de interpretaciones que detonan un cuestionamiento ante la homofobia del catolicismo, religión hegemónica en México, sin dejar de lado la irrupción que hacen contra la cultura estética machista, al colorear sus cuerpos de un agresivo rosa y posar con flores en sus cabezas, símbolos de la disputa sexogenérica.
En otra fotografía se exhibe a la Polari con sus fuertes influencias orientales. Esta imagen es producida por Fershow Escarcega. Muestran a una Franka con la ya reconocida estética de Fershow que ha dado un sello a todo su trabajo, recordándonos el barroquismo mexicano en su máxima expresión, por supuesto en una versión al estilo de los tendederos de ropa en Iztapalapa.
En fin, la selección de las obras construye un discurso que representa transgresiones y críticas al sistema heteropatriarcal, machista y homofóbico en México. Buscan reconstruir mediante discursos estéticos otros cuerpos fuera de la norma, así como un proceso lúdico que junto con la pared intervenida por *bufadas* y frases de Franka, dan un giro drástico a cualquier muestra que se hubiera presentado en el Milagrito. Que mejor muestra del arte de los jotos que Franka Polari en Hazme el Milagrito, haciendo de las suyas.
Recomiendo que visiten este espacio y generen sus propias críticas y reflexiones, hay mucha tela de donde cortar.
Hazme el Milagrito, Chiapas 98, esquina con Jalapa. Roma Norte, cerca del Pare de Sufrirtz, del antiguo Teatro de Silvia Pinal.
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